Nuestro área de trabajo
Parque Nacional Sangay
En mayo de 1992, el Ministerio de Agricultura y Ganadería amplió legalmente el Parque Nacional Sangay, hacia el sur, en 245.000 hectáreas, una ampliación de casi el doble de su tamaño original (ver recuadro a la der echa). El macizo del Nudo del Azuay se encuentra en el corazón de esta nueva área. El valor biológico, hidrológico y cultural de los recientemente protegidos páramos y bosques montanos tropicales del Parque es incomparable. Este sector forma parte del punto caliente de los Andes Tropicales ("hotspot") y sus cuencas hidrográficas alimentan a la mayor represa hidroeléctrica del Ecuador. Además, la región también es valiosa en arqueología Cañari (pre-Inca) y cuenta con sitios representativos incaicos.
A diferencia de otros parques nacionales del Ecuador, la ampliación del Parque Nacional Sangay reconoce explícitamente los derechos legales de los dueños de propiedades cuyas escrituras fueron realizadas antes de la fundación del Parque. Se estima que 4.000 residentes viven en la zona sur del Parque Nacional Sangay, una densidad poblacional de dos habitantes por kilómetro cuadrado. Las propiedades legalmente establecidas podrían ocupar hasta un 40% de esta zona del parque.
Nuestras actividades de conservación
Una estrategia doble dedicada a la protección de las tierras públicas y privadas es fundamental para asegurar la conservación de los recursos naturales y culturales de la región en el largo plazo. El pago por la protección de los programas de servicios ambientales (PPSA) puede ser una herramienta ideal de conservación en tierras privadas. Estas transacciones vinculantes entre los propietarios privados—o proveedores de servicios—y los usuarios de servicios, utilizan incentivos económicos para promover un tipo de uso de la tierra por sobre otro, con lo cual se logra que la conservación sea parte de la renta familiar. Al mismo tiempo, FCT pretende fortalecer la protección de las tierras públicas del Parque de las invasiones, la caza, y de las carreteras ilegales. Un aumento en el patrullaje de las tierras públicas, la delimitación del Parque, y una comunicación transparente con los propietarios locales son imperativos en el corto plazo para lograr una protección duradera de los recursos naturales y culturales.
Nuestros esfuerzos de conservación tratan de incorporar la investigación científica y el monitoreo de largo plazo, para asegurar que las áreas de conservación públicas y privadas protejan los patrones biológicos e hidrológicos y los procesos, y que estos esfuerzos sean más que solamente una simple suma de hectáreas protegidas. Seleccionamos al oso andino como una especie bandera para la conservación, debido a que requiere de un hábitat de gran extensión, se encuentra en peligro de extinción, y por su papel de ícono en la cultura Andina. Además, recientemente hemos implementado un sistema de monitoreo hidrológico en escala fina.
Las inversiones coincidentes para la generación de la capacidad local y en educación ambiental tienen como objeto capacitar a una futura generación de administradores de la conservación. Nuestro programa de educación ambiental imparte herramientas basadas en la ciencia a niños de escuelas locales, maestros y padres de familia, y la implementación de técnicas mejoradas de producción tiene como objeto evitar un mayor avance de la frontera agrícola y reducir la erosión. En conjunto, esta serie de herramientas de generación de la capacidad tiene como fin la transferencia de habilidades, conocimientos y liderazgo a la próxima generación de administradores de la conservación.