Acuerdos para la conservación
Pago por la protección de servicios ambientales
Gran parte del Nudo del Azuay se encuentra técnicamente protegido dentro de la zona sur del Parque Nacional Sangay. Sin embargo, como ocurre en muchas áreas protegidas de los trópicos, la mayoría de estas tierras, supuestamente públicas, son en realidad de propiedad privada, con escrituras realizadas antes del establecimiento del parque. A diferencia de otros parques nacionales, una declaración realizada en 1992 que duplicó la superficie total del parque original, reconoció explícitamente los derechos de posesión de los propietarios que habían realizado las escrituras antes de la ampliación del parque. A pesar de que las comunidades indígenas y los propietarios privados poseen derechos legales sobre aproximadamente el 47% de la tierra en el Nudo del Azuay, ha habido poca inversión para garantizar el manejo efectivo y su conservación desde la ampliación de 1992. Esta intersección de las tierras públicas y privadas y los diversos intereses existentes constituyen un laboratorio ideal para la implementación de un programa de pago por la protección de servicios ambientales (PPSA).
Desde el año 2006, la FCT ha trabajado en el diseño e implementación de un programa de PPSA en el Nudo del Azuay. El trabajo incluyó el análisis de la tenencia de la tierra en el sur del Parque Nacional Sangay, un estudio socioeconómico para evaluar el costo de oportunidad de la conservación, estudios de identificación de las amenazas a la conservación de la región en el largo plazo, el establecimiento de prioridades de conservación y finalmente el diseño de un sistema de monitoreo.
El papel del monitoreo y de la educación para la conservación efectiva en el largo plazo
Los instrumentos económicos para la conservación, tales como los programas PPSA, constituyen una gran promesa garantizando la obtención de resultados de conservación que son directamente medibles. Las herramientas anteriores, que eran destinadas a reorientar las actividades destructivas hacia otras ecológicamente benignas, las llamadas estrategias de "conservación por la distracción “con frecuencia no lograron resultados medibles. En contraste, los programas PPSA son una respuesta directa a las típicas fuerzas de mercado que valoran la destrucción por sobre la conservación en lugar de considerar la pluralidad de los servicios ambientales que proveen los ecosistemas naturales. A pesar de que los incentivos monetarios brindados por los programas PPSA alterarán en forma positiva las decisiones inmediatas sobre el manejo de la tierra, el desarrollo de una ética de conservación local debe acompañar a cualquier iniciativa de PPSA. Con tal fin, la FCT ha implementado programas de educación, generación de la capacidad local, y la participación comunitaria en el monitoreo.
Nuestra intención es la de generar sinergias y eficiencia mediante la incorporación de tres elementos en nuestro trabajo PPSA: (i) educación ambiental; (ii) la participación local en la investigación biológica, hidrológica y arqueológica y en el monitoreo; y (iii) inversión en la producción agrícola.
(i) La educación ambiental puede aumentar la disposición de los residentes a aceptar los pagos y elevar los niveles de participación. La FCT aspira a que particularmente para la próxima generación, la educación ambiental sirva para reemplazar a los actuales proponentes de la conservación que provienen de fuera de la comunidad con otros nuevos generados desde su propio interior.
(ii) El monitoreo de los impactos de la conservación proveerá beneficios directos a los miembros de la comunidad que prestan servicios a los investigadores y a los equipos de monitoreo. Más importante aún, a través de la participación de los residentes de la zona en actividades de conservación como para-biólogos, para-hidrólogos y para-arqueólogos esperamos ver una transición de la percepción actual de los hábitats naturales y los paisajes arqueológicos como "de otros" hacia una apreciación de como parte de "nosotros". Los acuerdos para la conservación son de carácter voluntario, anticipamos un mayor interés de los residentes rurales en el valor de sus hábitats naturales y paisajes culturales.
(iii) Las inversiones en la producción agrícola se concentrarán en el mejoramiento de los pastos puesto que la agricultura es actualmente para los residentes la actividad que genera mayores ingresos. Vinculado explícitamente con los acuerdos para la conservación, el mejoramiento de la productividad de los pastos reduce la demanda de ocupar zonas de bosques y páramos, ocupa la fuerza de trabajo existente en las zonas agrícolas e incrementa los ingresos familiares. Los sistemas silvo-pastoriles podrían también generar ingresos a través de la captura del carbono.
El primer acuerdo de conservación en el Nudo del Azuay protege 1.935 hectáreas del bosque montano
En mayo de 2009, FCT facilitó la firma de un novedoso acuerdo para la conservación entre una empresa hidroeléctrica aguas abajo, CELEC-Hidropaute E.P., y la comunidad indígena de aguas arriba llamada Colepato. El acuerdo para la conservación, en especie, estableció que CELEC-Hidropaute construiría una fábrica de quesos con tecnología de punta en Colepato, y que la comunidad se comprometería a conservar 1.935 hectáreas de bosque montano de propiedad de la comunidad durante cinco años.
Este acuerdo es una transacción vinculante que compromete a que la comunidad y la empresa sean responsables por lo que reciben. Ambas partes estuvieron de acuerdo en la aplicación de normas estrictas: Los miembros de la comunidad se comprometieron a no extraer madera de sus bosques, cazar animales, o recolectar orquídeas y otras plantas para su venta comercial. En esencia acordaron proteger los recursos hidrológicos de sus bosques y la biodiversidad. A cambio, CELEC-Hidropaute se comprometió a contratar y construir la fábrica de quesos de la comunidad a tiempo, así como también a implementar la capacitación en la producción de quesos, en el mejoramiento de las prácticas de ordeño y en el manejo de pastos. El contrato también estipula que el incumplimiento de cualquiera de las partes en acatar las responsabilidades establecidas invocará un sistema de advertencias y multas, asegurando que los beneficios acumulados tanto por la comunidad como por la empresa estén supeditados a honrar su acuerdo.
¿A qué se debe el interés de CELEC-Hidropaute en garantizar la protección de los bosques de Colepato? El complejo CELEC-Hidropaute Paute-Molino es la mayor planta hidroeléctrica del Ecuador, se encuentra aguas abajo de estos bosques. Los altos volúmenes de sedimentación provenientes de las cuencas de aguas arriba han afectado negativamente la vida útil de la planta y han requerido un programa de extenso dragado desde mediados de la década de los años 80. Si bien el recientemente concluido proyecto Mazar, que costó varios millones de dólares, servirá para captar mucha de la sedimentación aguas arriba, CELEC-Hidropaute continúa intentando resolver el problema de la sedimentación que ocurre aguas abajo de la cuenca de Mazar, en el área de Colepato. Se está llevando a cabo una investigación de largo plazo con el fin de confirmar los efectos de la conservación del bosque nativo y del páramo, ubicados aguas arriba, en la sedimentación de las zonas aguas abajo. Por ahora, CELEC-Hidropaute está apostando a que la conservación de los bosques Colepato sea beneficiosa tanto en lo económico como en lo social.
El Programa Socio Bosque del Ministerio del Ambiente en el Nudo del Azuay
En el mes de agosto del 2009, FCT firmó un Memorándum de Entendimiento con el Programa de Incentivos de Conservación Socio Bosque del Ministerio del Ambiente con el propósito de ayudar a los propietarios del Nudo del Azuay en la implementación del programa. El programa PPSA, a nivel nacional, ofrece un incentivo monetario a los propietarios interesados en firmar un acuerdo con el fin de conservar sus bosques o páramos durante un período de veinte años. El incentivo se basa en el número de hectáreas conservadas.
FCT ayuda a los propietarios de tierras del Nudo del Azuay en la elaboración de las solicitudes para el Programa Socio Bosque, proporcionando información en reuniones comunitarias, en los mercados semanales y a través de visitas personales a las casas de todos los residentes del parque. También facilitamos la inscripción de los participantes en el programa y colaboramos con los propietarios en la delineación y medición de la tierra que desean conservar.
El Programa Socio Bosque se concentró inicialmente en la protección de los bosques de tierras bajas, pero se amplió rápidamente para incluir páramos y bosques montanos. Socio Bosque, en marzo del 2010, también revisó sus propios estatutos para permitir que los propietarios de tierras con escrituras de áreas ubicadas dentro de las áreas protegidas existentes (tales como el Parque Nacional Sangay) puedan ingresar al programa, reconociendo, de esta manera, a las personas y comunidades localizadas dentro de las áreas protegidas del Ecuador como socios y administradores de la conservación.
A pesar del gran interés inicial, la mayoría de los propietarios del área todavía no se han inscrito en el programa Socio Bosque debido a diversas dificultades relacionadas con la tenencia de las tierras y la obtención de escrituras. Socio Bosque ha rechazado las solicitudes de la mayoría de los propietarios de tierras que contaban con escrituras en el Nudo del Azuay debido a las inconsistencias en el procedimiento de concesión de escrituras de tierras en la provincia de Cañar. Esperamos que Socio Bosque responda a este problema en forma rápida, debido a la gran significación de la conservación de la cuenca hidrográfica con mayor importancia económica del Ecuador.